Mantener un reloj en buen estado es clave para que éste nos acompañe durante muchos años y para que pueden llegar a disfrutarlo generaciones futuras.
Con este deseo, queremos compartir con vosotros pequeños gestos que os ayudarán a mantener vuestras piezas en las mejores condiciones. ¡Toma nota!
Como ya os hemos comentado en alguna ocasión, no hay mejor forma de conservar un reloj que hacerle el mantenimiento indicado. Un mantenimiento completo en un servicio técnico de relojería cualificado te permitirá lucirlo siempre como el primer día.
Es como llevar el coche a pasar la ITV o ir a la revisión rutinaria con tu médico.
Tanto el frío como el calor extremo no se consideran buenos aliados. Y es que ambos podrían afectar a la viscosidad de los aceites, deteriorando su objetivo: lubricar los componentes del mecanismo.
Este gesto tan sencillo es clave para evitar problemas mayores. Una corona bien cerrada es vital para evitar la entrada de agentes externos que puedan dañar el mecanismo, ya sean agua, humedad o polvo.
¿Sabías que los campos magnéticos como los imanes o el microondas pueden alterar el funcionamiento de un reloj? Aléjalos de ellos siempre que puedas.
Parece una obviedad, pero a veces nos olvidamos de que algunos productos presentes en nuestro día a día pueden ser muy dañinos para nuestros relojes, como la gasolina, de pegamentos fuertes, de disolventes… ¡Mantén la distancia con ellos!
Los relojes automáticos son muy sensibles a los movimientos bruscos. Es por eso que no se aconseja realizar deportes como el tenis o el golf con el reloj puesto, ya que la rapidez de los movimientos podría desajustar la máquina llegando a dañarla.
¿Estás interesado en someter a tu reloj a un control rutinario?
Contacta con nuestro taller de relojería. Estaremos encantados de proporcionarte un presupuesto personalizado sin compromiso. ¡Te esperamos en Clemència Peris Watches!